El miedo ha vuelto
y con él
el viento. Tus sirenas anunciando otra muerte.
¿Qué voy a hacer con todo esto?
Tu borde. El límite preciso entre tu borde y el mío. Me desarmo, te desarmo y caigo. Y ya no hay límite, ni borde, ni mío.
No quiero darte. Nada. No te lo doy y sin embargo, cuando busco, ya no hay, ya no ha de haber, en mí, en vos.
Yo lo sabía y así y todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario