La noche que alumbra,
esta que hace de mí un pedazo de tierra abierto y descalzo,
que va dejando caer el polvo del día sobre el asfalto.
Esta noche que alumbra
sabe de mí y de mi suerte de ojos cansados,
que cansados se tornan vibrantes al verla,
tan linda y salvaje, ella
la noche
su cielo profundo y oleante.
Su pollera cae rozando mi cuerpo,
se desliza lenta
la noche devuelta llama a mi puerta.
Me ha venido a buscar.
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