Como dos dedos que se juntan
se juntan y tiran de una hebra suelta en un saco de lana.
Tiran y tiran, lentamente.
Tiran y tiran de forma constante y el tejido se va desarmando y perdiendo su forma.
El saco se va deshaciendo en el suelo.
Las palabras se van derramando en la hoja.
Mi cuerpo se va diluyendo en el agua.
Y el agua,
por fin,
evapora.
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