Tu sol habitará mi muerte
y no será más muerte
sino silencio
encandilado.
Tu cielo recorrerá mi cuerpo
y no será más cuerpo
sino maleza
de primavera.
Tus mares rebalsarán mis ojos
y no serán más ojos
sino corales
de mil colores.
Tu noche descubrirá la mía
y no será más noche
sino mañana tibia
dulce
día.
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