26.7.09


adorable espejo de sombras
que coleccionas muertes y callas.

La culpa se ha hecho llaga en tu cuerpo.


Incapaz del suicidio, entonces,
imaginas tu muerte y disfrutas
ser la única que se entera.


_

Aquella noche me había dejado ganar. Todo lo que hice, pensando algunas cosas y otras sin pensar, no fue más que para confirmar mi derrota. Como quien se está hundiendo y en vez de agitar los brazos abre la boca e intenta respirar. Y el aire se convierte en agua. Y el agua se convierte en fuego. Y el fuego lo extingue todo, sin dejar rastro alguno.

*

Se siente tan bien cuando uno parece perderlo todo. Y pierde la conciencia y se queda quieto, hecho un bichito bolita en un rincón. Allí se encuentra uno por un rato hasta que alguien se percata y lo rescata. Y lo devuelve, por error, lo devuelve al mundo sin entender lo que pasa. Pero uno ha perdido la conciencia, ha perdido el habla y por más que intente gritarle que no, que lo deje allí tranquilo, quieto, si algo sale no es más que un exceso de alcohol por la boca, un exceso de muerte, de fin.

*

Y uno muestra lo peor de sí mismo, lo más desagradable, lo más sucio y verdadero, y sin embargo esa mano se queda, esa voz más alta se queda, y se renueva. Lo obliga a uno a caminar, a salir de ese agujero donde se encuentra. Lo agarra y lo lleva de la mano; lo insta a expulsarlo todo, a desnudarse por completo y a limpiarse. Y el agua tibia de sus manos recorre nuestro pelo, nuestros ojos que se cierran. El corazón se desacelera y el pecho se desinfla.




(cadáveres y más cadáveres)

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